Todos los seres vivos que están lejos de la Fuente de la Verdad son infelices. Y si es cierto que todos buscan la Felicidad, solo un pequeño número busca la Verdad.
Al buscar la felicidad en cosas banales, tienen acceso a algo fugaz e insatisfactorio, que solo les traerá preocupaciones y mucho más karma malo.
Si no contribuyen con acciones que alivian a los demás, no ganan karma positivo y pronto tienen un saldo negativo.
Por otro lado, si acumulan karma positivo, la Mente iluminada va tener condiciones de ser percibida e incluso manifestada en ellos.
Esta Mente Iluminada es la Bodhichitta, centella del cuerpo Búdico.
Porque tanto la Compasión-amor puro en acción, que es la Bodhichitta relativa (que cada uno de nosotros posee en su interior) y la Sabiduría, la Bodhichitta absoluta que proviene de la Verdad o Dharma, son las únicas armas capaces de disolver e incluso eliminar la ignorancia.
Sin la ignorancia no existe manifestación del ego, ni emociones negativas. Dejan de tener sentido…
Sin embargo, para llegar aquí es preciso hacer un voto y una práctica constante de dedicación de todo en nuestra vida a la liberación de todos los seres de la rueda de las reencarnaciones (Samsara). Este es el voto de todos los Bodhisattvas, sean ellos aspirantes o realizados.
Existe un gran altruismo inicial cuando hacemos este voto, pero es algo natural y que sentimos que lo debemos hacer en algún punto de nuestras vidas. Eso coloca en movimiento fuerzas del universo, fuerzas que son independientes de las leyes del Tiempo y del Espacio, independientes de la dualidad.
Y porque es un caso extremo de amor y compasión por todos los seres vivos, este Ser, que así se entrega a la Bodhichitta, tiene un mérito superior a todos los otros que generan karma positivo de forma natural a través de buenas acciones. Es semejante a un árbol cuyos frutos se multiplican por millones y nunca perecen, al paso que el karma normal está sujeto a una anulación por el karma negativo.
El Gran Ser que se genera con este voto sincero de dedicación a servir a todos los seres vivos con compasión y sabiduría es el Bodhisattva y está al alcance de todos nosotros. Sin embargo, pocos sienten el llamado y aún menos perseveran en el Camino.
Si retiramos a un ser humano todos los velos de la ignorancia y del ego, tendremos un Buda, que hizo un voto de Bodhisattva y se manifiesta en este mundo. Ahí el camino es angosto… 😊
Todo esto está en nuestras manos, todos lo podemos hacer. Podemos seguir este camino con mucho trabajo espiritual por delante, pero siempre con ayuda de la Bodhichitta, la Mente Iluminada. Ella siempre estuvo con nosotros y siempre estará.
Paz y Amor,
Curadora64
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Traducción: Lúcia
Tradutora Freelancer: Maria Reis (Lúcia)
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